domingo, 27 de noviembre de 2011

contagio

¿Y de qué estarías dispuesta tú a contagiarme? ¿Cómo me asesinaras? ¿Será lento? ¿Será rápido? Dime lo que harás. Mátame, lento, caluroso, y que sepa el viento que mi alma desnuda en el volará, suspiro será su cuerpo, tu alma será su final. Imperfección su pequeña belleza, amor su solución total. Arrogancia impartida en pequeñas gotas de agua, dulces y escasas, que simplemente son prueba de nada,
de deseos insanos, que no quieren doblegarse ante tu mirada, orgullo que quiere negar lo que dice mi mirada: te quiero demasiado, son esas las palabras. Anzuelo de mis sueños, tus labios y tus ojos, déjame mirarlos, déjame arrancarlos en pequeños trozos. Y deslízate lentamente por debajo de mi corazón, dejaré la puerta trasera abierta, entra hasta la habitación, siente los latidos de esa tu nueva
nueva casa, habrá que recorrerla, ¿no te mueres de emoción? Que si alguno de los dos muriera, quedaría ella sola, vacía y sin razón, sin existencia necesaria, sin ninguna ilusión, rogaría por tu nombre eternamente, por eternamente tenerte en su interior.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

leidenschaft


No sientas dolor, que yo no valgo ninguna pena, no sientas frio, que mis brazos no son necesarios para algún calor. No sientas nostalgia, que duró lo que tenía que durar. Y que si la vida es buena o mala, muchos pasan preguntando. La vida no es ni buena ni mala, buenos y malos son los momentos que pasamos al vivir. Las mentes se abren como se abren las puertas del infierno: quien atraviese esa puerta debe abandonar toda esperanza, que cada mente es un mundo y ni siquiera uno mismo le puede conocer a fondo. Y que el fondo de las cosas no te dé miedo, cuando se ha caído al fondo es el momento de levantarse, de él te apoyaras para salir a flote. Que las lagrimas no sean fruto de desesperanza, sino agua de las nuevas que necesitan ser regadas y alimentadas de un poco mas de luz. Luz no es un camino, sino un destino al que llegar, y los pasos pueden ser lentos, pero la distancia recorrida no se cuenta con los pasos dados, sino con los amigos que se encuentran a caminar, y el frio puede deshacer tu piel, pero los brazos de nueva vida pueden ser un buen hogar. Esperanza no debe extinguirse, recuerda que la muerte es solo un paso más a la inmortalidad, y que tu inmortalidad no dependa de nadie sino de ti mismo, tú mismo puedes ser inmortal en vida, muerto también en ella, es solo decisión de un poco más, un poco menos. Y no dejes que el tiempo se te vaya entre los dedos, que los dedos no son de quien confiar, siempre están ahí observando, siempre lentos para reaccionar. Pero siempre son buenos compañeros, buenos para acariciar, cada quien tiene su defecto y su virtud. Estos no deben ser los mismos, ¿Qué sentido tiene errar en lo que se puede lograr de buena manera? Y no olvides de dónde vienes, no olvides donde estas y no olvides a dónde vas. No te canses de caminar, que siempre hay algo delante. Si es un vacio, de igual manera ahí está. Muerte no es momento sino situación, estamos muertos de olvido, muertos de fascinación, que ya nada es asombroso, aunque así le queramos llamar, que ni siquiera sabemos el nombre de lo que sentimos, dolor amor lo que sea en este momento es banal, que las miradas se extravían en un momento, y no se vuelven a recordar. No llores por lo que hago, recuerda que para todo hay un motivo y antes de criticar deberíamos de conocer los motivos detrás de los actos, que siempre pueden ser inentendibles, pero no todos somos iguales, todos somos difer3entes en reaccionar y también en pensar y nadie piensa en el daño conscientemente pero siempre hará de hacerlo, pues cada acción tiene un resultado, resulta que no fui capaz. Piensa que las cosas pudieron ser peor y eso ayudará a pensar que las cosas no son tan malas, siempre recordando no caer en lo utópico y estúpido, son lujos que ni en nuestras mentes nos podemos dar.

lunes, 14 de noviembre de 2011

déjame


Que no te asombre la falta de línea, que mi espíritu se ha descolgado momentáneamente.
Que no te sorprenda su frio, su depresión le vuelve comedor impulsivo y ha dejado abierta la puerta del refrigerador.
Que no te asombre encontrarlo tirado debajo de la cama, cree que hay dejo eso que necesita pero que no sabe que es.
Que no te asombre la falta de luz en sus ojos, a él no le asombra la falta de l ...uz en tu alma. Y si vocifera alguna extraña expresión, déjale ser libre, el se puede entender solo, con un ritmo cardiaco algo lento y una mentalidad inaudible puede reconstruir el mundo propio sin importar destruir su propio mundo. Escarbará en las entrañas austeras de la sensibilidad, sabe que ellas son vengativas y algo han de tener entre mano. Las secuestrará, las asesinará lenta y dolorosamente, solo para asegurarse que sus fantasmas se convertirán en leyendas urbanas que acosaran a los humildes y débiles de corazón, aunque eso sí, puros y confiados. Déjale escapar, déjale correr, déjale guardar silencio siempre que le preguntes la cosa más seria que tu palma mantiene oculta como la pregunta de salvación.
Y no sabrá como actuar, no sabrá que mentira contar, que realidad inventar, que susurros podrán dejar tus oídos lo suficientemente sordos para no volver a preguntar. No sabrá que decir, no sabrá que hacer, solo se quedará frente a ti, déjale ser, déjale morir a la nueva vida, déjale suspirar un último sobro de agua.
Y si llora ignóralo, no le hagas pensar que hacer berrinches le dará lo que quiere, párate con seguridad frente a él, y con mirada solida muéstrale que no te importa, hazle creer que nunca te importó. Devórale lentamente con gritos y amenazas con el dedo, déjale creer que ya no puede ponerse de pie, y sabes que cuando des media vuelta el andará de nuevo haciendo alguna travesura, jugando de nuevo, muriendo por la vida, sin importar derramar la felicidad que le queda por una alcantarilla, a él le divierte, a él le hace feliz, por lo menos por ahora. Déjale ser libre, no estés sobre él, eso le martiriza.
 

martes, 1 de noviembre de 2011

adios

Entro a mi alma, la habito a su placer y anchas, deformo mi mundo a cierto grado en que todo era hermoso. Arquitecta de mis sueños y de mi vida también. Ambición en mi imaginación, amor en mi realidad, pasos lentos a un frio caluroso y acogedor, a un llanto inimaginable, vital y seductor, traicionero y lastimero, y un orgullo que para reedificarse necesitaba volver a caer. Ilusiones que de nada servían sino para hacer sentir un poco peor. Culpa quería ver  donde no la había, como un sediento que ve un oasis en un mar de agua salada, como solo yo podría ver las cosas. Y mi orgullo se arrodillo ante ella, pero ella aun me daba la espalda, y de repente sentí ganas de llorar, pero me di cuenta que era mucho más fuerte que eso, y mi orgullo regreso sus rodillas a una posición cómoda,  dio apenas la vuelta cuando escucho su voz golpear en mi pecho, pero la distancia no me permitió entender el mensaje, y nunca le volví a ver.