martes, 25 de octubre de 2011

colectivo

Sus almas se desangraban mientras liberaban los últimos alientos, para que estos no fuesen prisioneros eternos de sus despavoridos cuerpos. Armoniosos y delicados, agonizantes y asustados. Cuerpos danzantes al compás de una dulce melodía: melancolía.
Y su sangre le daba ese tono rojo al suelo, y los pétalos se lo daban al aire, flotaban ligeros entre sonidos inconsistentes e irreconocibles, palabras vagas que buscaban algún corazón que fuera destinatario de su mensaje. Ligeras enseñanzas a un mundo perdido entre las manos de dioses juguetones.
Silencio hacían sus labios mientras sus manos danzaban una misma danza: al mismo tiempo en el suelo, al mismo tiempo en el aire, al mismo tiempo sin vida, al mismo tiempo danzantes. Y se perdía todo en un instante,  y se sentía todo en el mismo.
Luz en sus ojos, sombras en sus miradas, todo en el mismo sitio sin necesidad de cambiar de perspectiva, porque todo es parte de todo y todos en su momento decidieron lo que estaban haciendo. Y sus cuerpos se elevaban ahora, pero no tardaban en descender, como si Dios jugara un momento con ellos antes de  acogerlos. Hilos de vida les ataban al infierno, espíritus de saliva que en su momento no pudieron ser buenos.

lunes, 24 de octubre de 2011

Sünde

Eres un placer irritante y oscuro perdido en mi boca
Un millón de “te quiero” que en tu piel nada provoca
Pecado y avaricia, un poco de perdición
Letanías de lujuria, mi enésima ambición.
Sabores surrealistas en labios simplemente humanos,
Delicias exquisitas desvanecidas entre mis manos
Pupilas dilatadas por la luz de tus sombras
Tan profunda, tan hermosa
Tan humanamente deliciosa
Un poco de cariño y un poco de destino,
Borrado y confundido
Entre garabatos de asesinos
Letras psicodélicas
Caníbales en sus propios pensamientos
Pecadores incesantes de aliento frio y lento
Que vaga en tu garganta, llega a tu corazón,
 Y como mensaje del mío dice te quiero.

martes, 11 de octubre de 2011

...beso...

Lenta transcurre la noche, pupilas dilatadas, almas censuradas en un complejo silencio que prohíbe el amor. Tu en tu mundo intacto y puro, inimaginable ante el alma de un sucio perdido como yo. Labios son tu  dulce letanía que enamora mi alma sin darle tiempo siquiera de respirar. Miradas son tu dulce maldición, el reflejo de un ansia de conocer un poco de lo que es el amor. Brazos son tu dulce jaula, mundo alejado de realidad mortal y sueños llenos de prejuicios, casa, santuario tan solo un lugar debidamente habitado por un suspiro que dejé escapar. Tu nombre es un secreto, susurro de las noches perdido entre la luz que no deja de cantar los augurios de amores perdidos que ella no dejo reencontrar. Manos que tiemblan nerviosas de encontrarte, labios apresurados que solo quieren besarte, tu mirada detenida un instante eterno, un no que escapo de los silencios y no me dejó más que un te quiero. Solo pido, no mueras antes que yo, antes de poder robarte un beso.

jueves, 6 de octubre de 2011

visitas incomodas

Incomprensibles y haraganes, los recuerdos dentro de mi mente exigen trabajo mientras se detienen como visitas incomodas que no desean abandonar su nuevo lecho, parásitos irreconocibles en un sistema alterado, que no sabe cómo deshacerse de ellos, y en serio que deseo escapar.
Atosigan la mente, destruyen ansiosos el momento presente, indagan  en lugares que no debieran y le pervierten con sus sucias manos, asquerosas y temblorosas, porque hay que decir que también están nerviosas. Seductoras se comportan al encontrarse con la conciencia, la pervierten y le traen momentos que deberían ser solo parte de una historia, no un presente no un momento que se desee vivir de nuevo, simplemente algo que sucedió y no debería de volverse a vivir sino solo recordar. Y no, aun no tienen fecha de partida, por ahora se les debe soportar. Fumadoras compulsivas que llenan tus pulmones de olores y esencias innecesarias, adictivas y que traen consigo miles de represarías, de buenas y malas acciones, de nombres en listas negras de las que no se sabe cómo llegaron ahí, y de donde no se desea sacar. Y cuelgan sus fotos en tus paredes, sucias y marchitas de tanto daño que en ellas se ve reflejado, pero ellas ahí quieren esas fotos, estorbosas a la vista y lastimosas al espíritu, a la vida y todo lo que a ella envuelve, y te miran y dicen “¿hay algún problema?” y solo debes contestar que no, porque así es como te educaron, a ser fuerte y resistir, por mas incomodo, pero nunca a decir ya basta, ya no es momento de eso, ya no quiero sufrir, largo de aquí.