miércoles, 16 de noviembre de 2011

leidenschaft


No sientas dolor, que yo no valgo ninguna pena, no sientas frio, que mis brazos no son necesarios para algún calor. No sientas nostalgia, que duró lo que tenía que durar. Y que si la vida es buena o mala, muchos pasan preguntando. La vida no es ni buena ni mala, buenos y malos son los momentos que pasamos al vivir. Las mentes se abren como se abren las puertas del infierno: quien atraviese esa puerta debe abandonar toda esperanza, que cada mente es un mundo y ni siquiera uno mismo le puede conocer a fondo. Y que el fondo de las cosas no te dé miedo, cuando se ha caído al fondo es el momento de levantarse, de él te apoyaras para salir a flote. Que las lagrimas no sean fruto de desesperanza, sino agua de las nuevas que necesitan ser regadas y alimentadas de un poco mas de luz. Luz no es un camino, sino un destino al que llegar, y los pasos pueden ser lentos, pero la distancia recorrida no se cuenta con los pasos dados, sino con los amigos que se encuentran a caminar, y el frio puede deshacer tu piel, pero los brazos de nueva vida pueden ser un buen hogar. Esperanza no debe extinguirse, recuerda que la muerte es solo un paso más a la inmortalidad, y que tu inmortalidad no dependa de nadie sino de ti mismo, tú mismo puedes ser inmortal en vida, muerto también en ella, es solo decisión de un poco más, un poco menos. Y no dejes que el tiempo se te vaya entre los dedos, que los dedos no son de quien confiar, siempre están ahí observando, siempre lentos para reaccionar. Pero siempre son buenos compañeros, buenos para acariciar, cada quien tiene su defecto y su virtud. Estos no deben ser los mismos, ¿Qué sentido tiene errar en lo que se puede lograr de buena manera? Y no olvides de dónde vienes, no olvides donde estas y no olvides a dónde vas. No te canses de caminar, que siempre hay algo delante. Si es un vacio, de igual manera ahí está. Muerte no es momento sino situación, estamos muertos de olvido, muertos de fascinación, que ya nada es asombroso, aunque así le queramos llamar, que ni siquiera sabemos el nombre de lo que sentimos, dolor amor lo que sea en este momento es banal, que las miradas se extravían en un momento, y no se vuelven a recordar. No llores por lo que hago, recuerda que para todo hay un motivo y antes de criticar deberíamos de conocer los motivos detrás de los actos, que siempre pueden ser inentendibles, pero no todos somos iguales, todos somos difer3entes en reaccionar y también en pensar y nadie piensa en el daño conscientemente pero siempre hará de hacerlo, pues cada acción tiene un resultado, resulta que no fui capaz. Piensa que las cosas pudieron ser peor y eso ayudará a pensar que las cosas no son tan malas, siempre recordando no caer en lo utópico y estúpido, son lujos que ni en nuestras mentes nos podemos dar.

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