viernes, 27 de mayo de 2011

distancias

Extasiado, elevado, confundido, emocionado, destrozado, mis labios pedían el sabor de los tuyos, y no te besé. Algo de repente tiró de mí y detenido me quedé viendo tu mirada infantil, como siempre, tan dulce, tan tuya, tan infantil. No sé si te quedaste quieta esperando que fuera yo quien se encargara de recorrer esa última y eterna distancia, o esperando que me retractara de mis actos y diera vuelta atrás.
No lo sé, pero el miedo hizo que me echara atrás, solo besé tu mejilla, solo te sorprendiste, solo eso pudimos hacer.
Nada puede importar, nada sucedió, nada en que pensar, nadie aquí murió.

No hay comentarios:

Publicar un comentario